jueves, 12 de noviembre de 2015

El hombre invisible

Aviso dirigido a los potenciales lectores:

He decidido relajar un poco el ritmo del blog. Me explico: se me estaba haciendo muy cuesta arriba cumplir semanalmente con una reseña de la extensión y profundidad de las que estaba realizando. Con los 3 - 4 libros que siempre llevo en danza y cuya lectura simultaneo, empezaba a estar más pendiente de qué quedaría bien en el blog que de la lectura en sí.

Los blogs sirven, me imagino, para obtener cierta visibilidad (tan limitada como el alcance del mismo). Pero creo que los escritores debemos ser, principalmente, seres invisibles. Me apetece encerrarme por las noches en mi despacho y volver a escribir a mano, que es algo a lo que hace años que no vuelvo, con la radio puesta de fondo, un té al lado y algunos libros como guía de la que ir aprendiendo. Por eso el título de la entrada. Por eso, quizá, que lo último que he empezado a escribir, también se llame así. Espero que no acabe siendo una de esas adaptaciones horteras del viejo libro de H. G. Wells, como aquel El hacedor de Borges (remake), de Fernández Mallo, que tantos problemas legales le trajo.

Siempre he creído en la literatura como amante gozosa, como decía Juan Carlos Onetti, y no como en una esposa controladora que fiscalice mis lecturas y mis horarios, y siempre he leído y escrito desde ese planteamiento. El blog, tenga el sentido que tenga, está relacionado con mi manera de leer y escribir, y debo adaptarlo a ese ritmo. Creo que me limitaré (aparte de que puntualmente desee escribir sobre algo) a una entrada mensual, en la que destaque los libros que más me han interesado en ese mes, quizá anuncie mis próximos objetivos, los libros con los que sigo peleando, etc. Todo siempre con el tono y el ánimo que he intentado transmitir desde que empecé con el blog, de pasión por los libros, recomendando, contentándome con pensar que a algún lector casual pueda haberle descubierto una lectura.

A ver si para el 25 - 30 de noviembre llega la primera de estas nuevas entregas (como la nómina).

Seguiremos leyendo. También desde la invisibilidad.

Iremos hablando.

Sr. E.

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